Desde muy pequeñas, Natalia y Beatriz Mayor Monzón aprendieron con sus padres y abuelos el sacrificado oficio de la ganadería. Con 21 años, y después de haber estudiado diferentes ciclos formativos, tuvieron claro que querían dedicar su vida al sector primario; haciéndose cargo de la que hoy es la Ganadería Naroy, un nombre que nace para unir dos experiencias de vida y el amor por la tierra, inculcado por sus padres.
Su secreto mejor guardado es la elaboración, con leche cruda de cabra y oveja, de uno de los mejores quesos de la comarca norte de Gran Canaria, concretamente del municipio de Tejeda. No en vano, recibió el premio a “Mejor queso curado de Gran Canaria 2020”.
Por otro lado, disfrutan cada año de la experiencia única que supone la práctica de la trashumancia, una actividad que les posibilita conocer personas increíbles, que, con el paso del tiempo, se vuelven amigos: “Nos acompañan y forman parte de nuestra vida, y así seguimos aprendiendo, porque el campo y nuestro medio rural tienen una manera de hablar única que hermana territorio, personas y animales”.
Sin duda, las hermanas Mayor son, a sus 27 años, el ejemplo perfecto de relevo generacional. Ellas forman parte de un sector primario que ofrece todas las garantías para Canarias, cuyos productos alcanzan la excelencia con una producción sostenible y artesana, a través del esfuerzo y la constancia.
Son, en definitiva, hermanas, cómplices y protagonistas de una historia que les ha enseñado el verdadero amor por la naturaleza: “No existen las obligaciones; hemos aprendido a ser independientes y entender que podemos vivir de lo que nos gusta”, afirma Natalia, al tiempo que ambas concluyen: “La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia del medio rural, que es de lo poco que ha quedado vivo y no ha parado de producir”.
