Por Maricarmen González Medina (Arucas)
“Cuando en la década de los 80 esta frase se coló en mi subconsciente y sustentada en el ejemplo de participación vecinal y de voluntariado social de mis padres, Manuel y Adolfina, rápidamente se convirtió en el motor que impulsaría mis estudios superiores, mis aficiones… hasta llegar modelada por mis valores y principios transmitidos de mi humilde familia del norte de Gran Canaria, a marcar mi vocación, mi profesión y a la ocupación de mi tiempo libre a través de la filantropía”
Representante del alumnado en el Consejo Escolar municipal de Arucas a finales de los años 80, impulsando y luchando como alumna del Instituto Domingo Rivero, por grandes iniciativas como la creación de un nuevo Instituto de Secundaria en el distrito de Santidad-Cardones y la creación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y ejerciendo posteriormente como representante de Estudiantes de la Facultad de Matemáticas en Consejo de la ULL, iniciaba ya en mis años de estudiante una vida de participación social y de representación. En un principio con colectivos: educativo, juvenil, ecologista, ONG, así como deportivos, hasta que, al llegar a mi madurez personal y profesional, decido aceptar la propuesta de la colaboración al servicio público durante unos años, llegando a ser concejala en el Ayto. de Arucas.
Sin duda, mi participación en las iniciativas formativas del proyecto Ariminda Now del Fondo Social Europeo que concluyen en el año 1999, en las que tomo parte tras ser becada por el Cabildo de Gran Canaria y que, entre otros objetivos, pretendía impulsar la representación de las mujeres en política, son, junto a mi vocación de servicio público, la raíz que sustenta mi participación ciudadana y mi trayectoria formal en la política.
Durante los doce años que dedico a mi representación política, marcan mi labor de función pública dos años como concejala delegada y de gobierno, y otros diez sin dedicación exclusiva. Aun siendo una mujer joven, tuve que hacer frente a la gestión de los conflictos, así como a la productividad en la dirección de proyectos y de equipos, a través de mis aptitudes humanas. Entre ellos, tengo especial recuerdo al despliegue de la TDT en el Norte de Gran Canaria, la excavación arqueológica del Pozo del Llano de las Brujas o las diferentes iniciativas juveniles como el Foro de participación juvenil para el fomento del asociacionismo o las iniciativas de ocio activo y saludable como fueron las Quedadas y las 2 LandParty de Arucas. Cada una de todas las iniciativas que fuimos llevando a cabo en esa época supusieron un gran esfuerzo, ya que requerían grandes dosis de comunicación y capacidad para optimizar y gestionar los tiempos laborales y los diferentes profesionales, y así poder aprovechar los recursos municipales con eficiencia y eficacia.
Mi faceta profesional comienza como gestora en el Banco Santander y, posteriormente, como profesora de matemáticas en centros privado y concertado, pero tras estas experiencias encuentro mi verdadero “lugar” como emprendedora.
Es como empresaria de educación y creando mi propia marca de Centros de Enseñanza (Centro de Estudios Esfera), con un desarrollo profesional de varios años como directora y profesora, como transcurre mi vida laboral. En estos años como empresaria veo consolidada mi responsabilidad por promover el empleo, contratando profesionales de las distintas áreas y creando un equipo consolidado de profesores. Esta experiencia profesional, me aporta destrezas comunicativas, directivas, empresariales y organizativas, pero lo más relevante es que va creciendo mi compromiso social, a través del conocimiento directo y de campo de la realidad de la sociedad del norte de Gran Canaria, por medio de la confianza generada en las familias, que, acudiendo a mis academias siendo únicamente clientela, se convertían en mis amistades que aún hoy perduran en el tiempo.
Tras la llegada de mi maternidad con el nacimiento de mis hijas mellizas (Irene y Miriam) y la dificultad de las familias por la crisis económica de finales de la primera década del 2000, me tocó hacer un parón profesional.
Es después del impulso recibido por mi participación en la Escuela Potenciadora de la Mancomunidad del Norte de Gran Canaria cuando, al enfocar en una sola línea de acción mi formación universitaria, mis experiencias anteriores, mis habilidades y competencias digitales, comunicativas y de organización retomo mi vida profesional como emprendedora autónoma.
Actualmente apartada de la vida política, y con el gran bagaje personal y profesional que suponen para mí los aprendizajes de las experiencias vividas en campos como gestora, Agente de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres, formadora y divulgadora científica, en la actualidad continúo con mi misión personal y profesional del trabajo por el progreso social.
Mi reinvención y la búsqueda de la vocación profesional de una matemática con la certificación como Formadora CERES del Ministerio de Igualdad, con gran sentido de compromiso social por la igualdad y el medioambiente, creo que no puede completarse de mejor manera que con el itinerario profesional que llevo a cabo. Me siento muy realizada profesionalmente, llevando a cabo diferentes proyectos y desarrollando mi labor como formadora y promotora social de proyectos de innovación para la Igualdad y la sostenibilidad, así como para el fomento de vocaciones STEM, especialmente entre la población joven, rural y no urbana de Canarias.
En los últimos años como empresaria del Clúster Canarias Excelencia Tecnológica, ejerzo como Coach Tecnológica y Agente de Igualdad de oportunidades, en proyectos de los que soy codirectora y Coach Tecnológica como “Club de Talento Profesional Femenino”, promotora como “Somos Igualdad” y en representación Embajadora Regional Canarias de Technovation Girls, lo que me ha permitido conseguir el reconocimiento como finalista y comunicadora de los Premios eWoman de Editorial Prensa Canaria en la Edición 2019.
En la actualidad, tiene más cabida, aún si cabe, mi acción sustentada en la filantropía y el compromiso con la Sostenibilidad como motores de todas mis acciones durante mi vida profesional y de la participación social: mentora- divulgadora STEM, promotora de proyectos e iniciativas de desarrollo comunitario como colaboraciones con diferentes Asociaciones de mujeres (Coordinadora de la Comisión de Tecnología y Educación de Chárter 100GC, Secretaria de la Asociación de Mujeres de Arucas), deportivas (entrenadora de balonceso CB Islas Canarias, monitora de Lucha del Garrote en Club Pila Gariruquian Arehuc), culturales (ADHICA, Foro Siglo XXI) y ONG (San Juan de Dios), entre otras.
“La tecnología no es el futuro. El futuro lo hacemos cada persona usando la tecnología” “Creo firmemente que no puedo dejar de recomendar y animar a que nadie -se quede atrás-. Se hace obligado evitar el analfabetismo digital que puede atraer a la pobreza en Canarias, y esta debeserunaprioridadparatodaslaspersonas. Nos encontramos inmersos en la Revolución Industrial 4.0 del Internet de las Cosas, la Inteligencia Artificial, la “era digital” y con el azote de la crisis sanitaria mundial por la Covid19, el empleo está dando un giro desconocido. Los empleos que conocemos pueden ser destruidos o transformados y las profesiones que serán demandadas requerirándeungranconocimientodeaspectostecnológicos. Por ello, me gustaría terminar haciendo un llamamiento a la responsabilidad personal para mejorar la habilidades y competencias digitales especialmente entre los más jóvenes y también me gustaría felicitar por su compromiso, en esta misma línea, a todas las instituciones que apoyan y llevan a cabo iniciativas dirigidas a todos loscolectivos.”
Y así queda de manifiesto en el transcurso de mi vida y en la que me quede por disfrutar, mi dedicación y trabajo por el Bien Común, desde aquella ocasión en la que me comprometí junto a mi esposo Cristóbal Navarro con aquella sencilla frase que nos marcó desde nuestra juventud: “Piensa globalmente y actúa localmente”
