Por Andrea Del Carmen Candelaria Suárez
A todos, en algún momento, nos habrán nombrado la palabra perseverancia, según la Rae la palabra perseverancia es “mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión”; hasta este punto todos entendemos lo que es ser perseverante, sin embargo desde mi punto de vista siempre hay alguien que termina de enseñarte lo que realmente significa algo, y para mi en este caso, quien me ha enseñado lo que es la perseverancia es mi tía.

Se llama Gemma, tiene 45 años y una hija de 9 años. En 2022 falleció mi abuela, es decir, su madre, 15 días después le detectaron un cáncer de mama, la situación fue complicada para toda la familia, fueron dos noticias graves en tan pocos días que casi no daba tiempo de asimilarlo. A pesar de eso, ahí estaba Gemma con una actitud positiva, segura de que conseguiría vencer la enfermedad. El camino fue largo y duro, aquí también quiero destacar la figura de mi madre quien siempre ha tenido una conexión con Gemma, su hermana pequeña, mi madre también tuvo esa constancia, y esa seguridad en mi tía, aunque a veces sintiese que el mundo se le venia encima estaba ahí para ayudar a su hermana. Después de casi un año, mi tía había logrado vencer la enfermedad. Hoy en día hace relativamente poco, le detectaron metástasis en el hígado, antes de ello pasó por unas pruebas muy duras, pero ella sigue haciendo sonreír a los demás y demostrando lo fuerte que es.

Para mi es un claro ejemplo de ser perseverante ya que aunque ha tenido muchos obstáculos en el camino para rendirse y pensar que no conseguirá sus objetivos, sigue siendo positiva y demuestra ser constante en ello.