Por Silvia Nazco Pérez. La Palma. El Paso.
Mi nombre es Silvia, tengo 42 años y soy del municipio de El Paso. Soy la mayor de cuatro hermanos, con los que compartí una bonita y nada aburrida infancia. Fui al colegio Adamancasis del que guardo un gran recuerdo y en el que hice amistades que aún conservo.
Al terminar el instituto y elegir que carrera quería hacer me decanté por la de farmacia. Siempre supe que quería dedicarme a la rama sanitaria, pues tuve como referente a mi padre, al que vi dedicarse en cuerpo y alma a la profesión de enfermería y aunque desde otro punto de vista, el de farmacéutica, siempre he compartido la misma dedicación a los pacientes.
Estudié en la Universidad de La Laguna y desde que finalicé mis estudios siempre me he dedicado a trabajar en oficina de farmacia. De todas las posibilidades que mi carrera ofrece, el trato directo con los pacientes, aconsejarlos o simplemente escucharlos cuando lo necesitan ha sido siempre a lo que he querido dedicarme.
El año 2020 fue un año difícil y de muchos cambios para todos, desde la oficina de farmacia lo vivimos de una manera especial. Al principio, compartíamos con todos el miedo y desconocimiento ante la nueva situación, a lo que debíamos añadirle la angustia de no poder atender todas las necesidades de nuestros pacientes ante el desabastecimiento de productos importantes en la lucha contra la pandemia, como las mascarillas, geles, etc. Aunque debimos capear el descontento y la incomprensión de algunos, fue mayor el agradecimiento y reconocimiento a nuestro trabajo de los que entendían que no estaba en nuestra mano y que hacíamos lo posible por resolver la situación. Con el tiempo esto mejoró, pero aquellas primeras semanas se convirtieron en una experiencia que no queremos repetir.
Considero importantísimo seguir formándome día a día, me gusta estar al tanto de cualquier novedad que pueda surgir en cuanto a medicamentos y especialmente durante esta época de covid, me he formado en diagnóstico y vacunación, así como en disponer de toda la información posible para trasmitir a nuestros pacientes.
Estoy casada y tengo dos hijos de 9 y 13 años. Mi marido es policía, por lo que durante el confinamiento fue difícil adaptarnos a las clases online y todo el tiempo libre que los niños tenían en casa mientras nosotros no dejamos de trabajar, pero nos demostraron que cuando se quiere todo se puede. Todos los niños fueron un gran ejemplo para el resto de la sociedad.
En lo personal, soy una persona que disfruta el tiempo entre familia y amigos, me gusta la playa, leer y dedico parte de mi tiempo libre a hacer senderismo y descubrir más de esos rincones escondidos en esta isla tan maravillosa.
Por último quería agradecer a Gema Díaz por contar conmigo para esta publicación y poder compartir un poco de mi historia con todos ustedes. Aportando así mi granito de arena a este gran proyecto que es Más Nosotras.
