“MUCHAS MUJERES EMPRENDEDORAS SUFRIMOS EL SÍNDROME DEL IMPOSTOR Y LA CREENCIA DE QUE NO NOS MERECEMOS DINERO POR EL VALOR QUE APORTAMOS”

0
1199

Por Odil Torrent Moliner (Valleseco)

Me llamo Odil Torrent y soy una artista textil enamorada de las historias y los hilos; disfruto de vivir despacio en un pueblo envuelto en bruma: Valleseco.

Soy la artesana que está detrás de Fraskilandia, una marca que se encarga de convertir los dibujos de los niños en muñecos desde 2012. No obstante, veo una belleza infinita en los dibujos de los niños y en la capacidad que tienen de dibujar no lo que ven sino lo que saben. Amo los trazos irregulares y las perspectivas imposibles, no solo de los dibujos infantiles, sino también en el arte y la ilustración. 

Mi sueño es vivir del arte y tener una tienda-taller en Valleseco, en la casa que mi familia tiene aquí desde hace más de 100 años. 

Me vine a vivir a Valleseco hace 3 años. Aunque mi bisabuelo y abuelo fueron médicos del pueblo, yo no me crié aquí, crecí entre otros dos pueblos: Teguise y Gáldar (Sardina del Norte), y sabía que ese era el tipo de infancia que quería para mi hija. 

Tengo el taller en lo que era el despacho donde pasaban consulta y mucha gente se para a contarme historias de cuando eran pequeños y mi abuelo los atendía. 

Me encanta vivir en un lugar donde todo el mundo sabe quién soy y me pregunten: ¿Tú eres la de Carlos? Esa pregunta tan novelera me arropa.

Cuando estaba en el instituto recuerdo ver a los alumnos del Bellas Artes con envidia y crearme una imagen romántica de ellos. Yo terminé estudiando Ingeniería en Diseño Industrial, porque ser artista no era una opción; había que estudiar algo que diera dinero. Llevo muchos años luchando contra esta creencia. 

Soy artista textil. A día de hoy me cuesta decir estas palabras sin que una vocecilla censuradora en la cabeza me diga: que vas a ser tú artista.

Muchas mujeres emprendedoras sufrimos el síndrome del impostor y la creencia de que no nos merecemos dinero por el valor que aportamos. Ahora mismo toda mi energía está en trabajar esto, en creérmelo, en trabajar mucho para aportar valor con un propósito, para cubrir una necesidad y que toda esa energía venga de vuelta.

Internet, las redes y la venta online nos dan la posibilidad de hacerlo desde un entorno rural que nos aporta toda la energía de vivir en calma. 

Por último, les invito a visitar mi web: www.fraskilandia.com