MI HERENCIA INVISIBLE

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Por María del Carmen Díaz Ramos

 Me llamo M.ª del Carmen Díaz Ramos , soy enfermera y nací en 1968 en una cueva en los altos de Gáldar .

Como ya han publicado otras enfermeras en este medio y teniendo en cuenta que, para la mayoría de nosotras, la enfermería más que una profesión es una forma de vivir, quiero contar como creo que nació y creció mi vocación. Para ello me remitiré a mis ancestras, referentes en cuidar desde mi más tierna infancia.

Mi abuela paterna se casó con 15 años y a los 16 ya era madre del primero de sus 16 hijos (2 de los cuales fallecieron siendo bebés). La recuerdo siempre atareada, entre calderos siempre enormes y montañas de ropa que lavar, planchar o coser. Era la cabeza visible y la jefa de la manada. Vivió la mitad de su vida en un ambiente rural duro e inhóspito; pasó por un período de Guerra civil y la postguerra con todas sus miserias . A finales de la década de los 60, una de sus hijas se trasladó a una barriada en ciernes a las afueras de un importante pueblo del municipio, la siguieron mis abuelos con varios adultos solteros y otros hijos casados y, al igual que allà en el campo, gran parte de la familia se estableció alrededor de la matriarca. Mi padre y sus herman@s “prosperaron” con la floreciente agricultura de la comarca Norte y con el boom turístico del Sur. Los comienzos fueron duros viviendo entre paredes sin encalar de casas en construcción, con calles sin asfaltar y sin alcantarillado. Las tardes y fines de semana trabajaban en sus viviendas. 

Yo emigré al pueblo a la edad de 3 años. Mi madre ya había sufrido un aborto, estaba embarazada y con problemas de salud. Yo no lo recuerdo pero sé que fue mi abuela la que los convenció para quedarse y luego establecerse porque había muchas visitas al médico y nuestro hogar era de difícil acceso.

No mucho más tarde llegaron mis abuelos maternos. Su situación era diametralmente opuesta. Mi abuela materna enfermó desde muy joven . Tuvo 3 hijos y la recuerdo siempre con una actividad reducida limitada a la casa y mucho tiempo en cama. Ello provocó que, desde su más tierna infancia, mi madre y mi tía trabajaran en el campo para cubrir sus “ obligaciones” y las de mi abuela.

Con este panorama crecí, en una extensa familia comandada por mi abuela paterna, o así la recuerdo yo, cual general organizando, distribuyendo y cuidando de sus tropas…Cuando varias de mis tías comenzaron a trabajar fuera de casa, la casa de mi abuela se transformó en una guardería de los muchos pequeños que iban naciendo. (Puntualizar que la escolarización era a partir de los 6 años). Mi abuela estaba omnipresente en mi día a día y en todos los eventos que se producían que, siendo tantos, eran numerosos.

Mi madre siempre fue espabilada e inquieta para los cánones de la época. Aprendió a coser y más tarde lo convirtió en una manera de colaborar económicamente en casa. Desde el principio se mostró rebelde e inconformista y elaboraba 3 ó 4 piezas en lo que las otras hacían una sola; simplificando un método que le parecía obsoleto e inútil. Desde adolescente, debido a la orografía y a la lejanía, aprendió a poner inyecciones de mano de un médico que no se podía desplazar a diario a casa de sus padres. Se le daba bien y ejerció muchos años de “practicante” sin título para su familia y vecinos. Le hubiera encantado estudiar, pero no pasó de la enseñanza básica a la que no asistía cuando había trabajo agrícola que no se podía demorar. Con eso y con todo no se quejó sacando partido de lo que la vida le ofrecía. Y así yo crecí viendo como mi madre hacía los trabajos de bricolaje, bañaba a los recién nacidos de la vecindad o amortajaba muertos; además de llevar su casa y su taller de costura. Era mi heroína particular.

Cuando me llegó la hora de elegir carrera postulé por Medicina, Enfermería y Trabajo Social. En ésta última me matriculé y, a las 2 semanas de curso, llegó un telegrama informándome que la lista de reserva de enfermería se había movido y tenía un hueco. Recuerdo la incertidumbre; ya me había hecho un gasto en material y organizado horarios. La mayoría de mis compañeras me decían que si no aprovechaba les dejaba hueco a ellas. Finalmente me cambié y acabé enfermería con 20 años. Fui la primera universitaria de mi familia, aunque fuera una diplomatura.

Empecé a trabajar inmediatamente y no he parado nunca en todos estos años. Amo mi profesión. Me considero afortunada por trabajar en algo que me llena tanto. 

En cuanto al origen de mi vocación creo que está claro. Pero, preparando estos párrafos, descubrí que heredé algo más; algo desagradable de lo que no fui consciente hasta que la vida me puso a prueba. 

Tras años de trabajo en Urgencias Hospitalarias atravesé una crisis existencial (hoy se hablaría de estrés y ansiedad). Tuve que hacer un intenso trabajo personal que no doy nunca por concluido pero que me llevó a plantearme quién cuidaba de mí mientras yo lo hacía de los demás y aprendí con los años a amarme, a cuidarme e incluso a priorizarme. Elaborando este texto entendí que nunca supe si mi abuela fué feliz y recordé que era la última en comer, a veces de pie, cuando ya todos estaban servidos. Cómo era la última en irse cuando todo estaba recogido y como, cuando hubo que cuidar de ella, de sus 8 hijos varones sólo acudían 2 (el viudo y el separado) y el turno del resto lo hacían sus nueras e incluso sus nietas. Y fui consciente que la fortaleza, la capacidad de organización y la diversificación de tareas llegaron a mí inexorablemente unidas a un exceso de responsabilidad, anteponer el bienestar de otros al mío propio y a un perfeccionismo nada sano para el equilibrio emocional confeccionando en conjunto mi herencia invisible.

1 COMENTARIO

  1. Aparte de ser una grandísima enfermera (lo se por que lo fuistes con mi hijo César)eres una gran persona,por que estuviste ahí para mi, consolándome cuando lo necesitaba, cosa que para nada era tu trabajo,cuantas noches hablábamos en el hospital 😉ni te imaginas lo agradecida que siempre he estado por haberte conocido…. Eres una enfermera increíble pero como persona …. Lo eres mx mas un besazo enorme ♥️♥️♥️

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