Por Sara Cárdenes Acosta (Teror)
Mi nombre es Sara, nací el 13 de abril de 1985, soy la pequeña de dos hermanos y he vivido prácticamente toda mi vida en Teror.
Hace poquito mi familia ha aumentado: he sido mamá de una niña preciosa que se llama Laia. Ella nació también en abril, pero de este peculiar 2020, en pleno confinamiento.
Desde los 5 años de edad he estado en clases de ballet; comencé en Teror con José Luis Donaldson y he continuado mis estudios de danza en diferentes escuelas de la isla. Siempre me ha gustado el estudio del cuerpo y del movimiento en sí, por lo que estudié Fisioterapia en la ULPGC y, sin todavía terminar el último curso, decidí adentrarme en el mundo del Pilates hace aproximadamente 15 años.
Por aquel entonces, en Gran Canaria en concreto, existían muy pocos estudios de Pilates, por no decir ninguno, y era un método casi desconocido, pero que a mí personalmente me llamaba la atención, porque mezclaba un poco de todo lo que me gustaba. En la carrera muchos me llamaban “Sara Pilates” y no entendían por qué lo estudiaba si no tenía nada que ver con la Fisioterapia, cosa que a día no se cuestiona, ya que la fisioterapia va unida al movimiento, al ejercicio y se emplean distintas terapias físicas como esta, tanto para curar como para prevenir lesiones.
Comencé mi andadura laboral realizando sustituciones como profesora de ballet y ejerciendo como instructora de Pilates suelo. Posteriormente trabajé algunos años de manera simultánea como fisioterapeuta, instructora de Pilates y profesora de ballet, labor esta última que desempeñé en la Escuela Municipal de Música Candidito de Teror durante 10 años, de los cuales los cuatro últimos lo compaginé con la labor de gerencia.
A su vez, hace 8 años decido montar “Pilates Salud”, un estudio de Pilates y Fisioterapia en General Bravo 24 (Triana), junto con mi compañera Pilar Hidalgo, y hace apenas 3 años también tengo otro negocio en Teror que gestiono con mi hermano. Se trata de “Múdate Studios”, lugar donde tiene cabida la Música, la Danza, el Pilates, las clases particulares de Matemáticas, Física o Química, entre otras muchas actividades.
Uno de los motivos que me llevó a emprender en mi propio municipio un Centro donde exista la danza, es porque me gustaría que las nuevas generaciones tengan en Teror las mismas posibilidades que se tienen en Las Palmas de Gran Canaria, es decir, que puedan tener danza Clásica, Contemporánea, danzas urbanas… a solo unos pasos de su casa. Cuando yo era pequeña no existía nada de eso, había que ir a la capital a escuelas privadas. Por otro lado, me gustaría que Teror no solo contara con tradición musical, sino que la danza con los años tuviera la misma importancia y apoyo. Me encantaría que pudiera existir una pequeña compañía o grupo de danza o teatro en el municipio. Por mi parte, seguiremos trabajando, y espero algún día poder ver, además, un Conservatorio de danza en Canarias.
Actualmente, tengo otro proyecto entre manos junto a mi amiga Mª del Mar Castellano, se trata de una Escuela de Terapia Física, donde prima el ejercicio terapeútico para diferentes edades y patologías, pero especialmente nos queremos ir especializando en el Adulto Mayor. Este proyecto lleva como nombre “Theraband Amarillo” y lo desarrollaremos en Teror.
Una de las cosas que más me gustan es recibir clases de danza o pilates, así a la vez que entreno, aprendo y me divierto; también me encanta ir al cine, acudir a eventos culturales, ver maratones de series, pero sobre todo la gran pasión que acabo de descubrir: cuidar de mi hija.