Por Gloria Gomá Turégano (Tejeda)
Me gusta ver sonreír a todo el mundo; me gusta sonreír y sonrío porque ya he llorado mucho.
Llorar es lo más fácil que hay, por eso sonrío, porque no me gusta lo fácil. No me gustan las mentiras ni las personas que se creen superiores a los demás. Me considero una luchadora y lucho por lo que quiero. He tenido muchos obstáculos que no he podido derribar, piedras con las que he tropezado, pero nunca he dejado de luchar.
A veces, mido mucho mis palabras y no llego a decir lo que pienso de verdad.
Ya desde muy joven he sentido inquietud por una sociedad igualitaria defendiendo los derechos de las mujeres. Ahora, tanto personalmente como profesionalmente, siento la necesidad de luchar por la Igualdad.
La elección, en el centro educativo en el que trabajo, de una persona responsable de impulsar medidas educativas que fomenten la Igualdad entre mujeres y hombres, es una de las medidas que se plantea la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias. Hace un años me ofrecieron llevar la Red de Igualdad y no me lo pensé dos veces, responsabilidad que asumí este curso otra vez.
He aprendido muchísimo durante este tiempo y me acerco más aún al maravilloso mundo de la equidad de género e Igualdad. Conocer conceptos y sobre todo aprender que el sexo y el género no son lo mismo, y que aún falta mucho para conseguir una Igualdad real entre hombres y mujeres; patriarcado, género, estereotipos, androcentrismo, sexismo, políticas públicas e igualdad son palabras que se repiten y que aprendí a través de los agentes zonales de equidad para después formar a nuestro alumnado.
Antes de desempeñar esta función he llevado a cabo acciones favorecedoras contra la violencia de género y promovido la igualdad participando con el alumnado desde el área de Música y Prácticas Comunicativas y Creativas, en la celebración de jornadas significativas como el 8 de marzo y el 25 de noviembre realizando performances, lip dup, bailes, creación de ritmos corporales, representación de mimos, recitado de poesías corales, etc…, para dar significado y sentido a dichas fechas.
Me he dado cuenta que la sociedad evoluciona muy lentamente y aún perviven los valores tradicionales y patriarcales. Modificar el lenguaje sexista y hacer visible a la mujer son objetivos que me planteo con mi alumnado. Pero siento que es insuficiente en el terreno educativo la realización del trabajo llevado a cabo desde el eje de Igualdad si no se acompaña de horario que posibilite el desarrollar acciones y propuestas.
Hablar con lenguaje inclusivo es mucho más que hablar en masculino y en femenino, ya que hay muchas alternativas para dejar de lado el uso del masculino como genérico. Lo considero como el primer paso para abrir la mente y cambiar de opinión. Parece que la sociedad y el Gobierno están más preocupados por dar una imagen de Igualdad que desarrollar políticas efectivas que favorezcan realmente esa igualdad.
Los jóvenes son la pieza clave para la transformación de la sociedad, para convertirla en una sociedad igualitaria y moderna. Por eso, intento trasmitir al alumnado la igualdad entre las personas, independientemente del sexo, de la identidad, orientación sexual…
Equidad entre todos aspirando a una sociedad más moderna donde prime el principio de justicia para todos y todas.
Los jóvenes repiten siempre lo que viven y lo que ven en su entorno, por lo que es primordial trabajar con ellos los valores de respeto, equidad, comprensión frente a las desigualdades, la competitividad y la violencia en general.
Continuaré impulsando un clima de Igualdad y de no violencia contra las mujeres, y aportar mi granito de arena hacia un cambio en la mentalidad de todos y todas para conseguir una sociedad más justa e igualitaria.