“Los Centros de Salud pueden ser esa puerta en la que tocar para comunicar lo que estamos sufriendo”

0
77

Silvia Luján Vázquez

Psicóloga de Atención Primaria de Gran Canaria

El sufrimiento vivido en soledad puede devorarnos ferozmente y aislarnos de las posibilidades de salir de él. Nuestro cuerpo habla y expresa síntomas físicos que esconden el dolor del alma. Ponerle voz a nuestro sentir, simplemente expresando que “algo no va bien” es una buena forma de permitir que nos cuiden. ¿Dónde acudir cuando hay sufrimiento? ¿Qué te parece contar con un lugar seguro donde ser escuchada y acompañada sin juicios?

Te propongo un lugar: tu Centro de Salud. Aunque la violencia de género no es una patología en sí misma, impacta gravemente en nuestra salud física, mental y sexual, así como en la de nuestros hijos e hijas, víctimas directas de esta violencia. Los Centros de Salud pueden ser esa puerta en la que tocar para comunicar lo que estamos sufriendo, esperando no ser juzgadas ni empujadas a tomar decisiones que pueden requerir un proceso más o menos largo.

La Organización Mundial de la Salud en su informe de junio de 2013 reconoce la Violencia de Género como un problema de salud global, de proporciones epidémicas. En esta línea, las encuestas arrojan el siguiente dato: un elevado porcentaje de mujeres ha sufrido al menos un tipo de violencia de la pareja actual o ex pareja. Atendiendo a esta realidad, resulta lógico entender que este tipo de violencia debe ser una prioridad social y sanitaria.

Desde Atención Primaria, se trabaja en el Protocolo de Detección y Actuación Sanitaria ante la Violencia de Género, actualizado el presente año, con el fin de favorecer la detección precoz, la valoración y la intervención, para dar una respuesta segura y de calidad en cada momento. Se trata de un protocolo centrado en la sensibilización, en el que se trabaja en equipo, dando prioridad a la valoración del riesgo de la mujer y los/las menores víctimas, así como al seguimiento regular de cada caso, formando a los profesionales para ello.

Tratamos de estar presentes, ser sensibles a las señales, explorar desde el acompañamiento, crear un clima de confianza y confidencialidad, para proteger y dar soporte.

Siempre se realizará en caso de sospecha o confirmación de una situación de violencia de género, la derivación y coordinación con Trabajo Social, cuya labor es acompañar, escuchar y ayudar a entender a la mujer lo que está viviendo, entendiendo su proceso y sus tiempos. Implica además poder realizar las coordinaciones pertinentes con las instituciones implicadas. Desde aquí se facilitará la amplia red de recursos especializados con los que cuenta la isla (https://cabildo.grancanaria.com/igualdad-y-violencia-de-genero), así como los teléfonos de emergencia y atención a las víctimas (012 y 016), donde podemos encontrar equipos formados y preparados para acompañarnos, ayudarnos a romper con el ciclo de la violencia y a recuperarnos de las secuelas que tanto merman nuestra salud física y psicológica.

Puede ser desde la consulta de tu médico, desde el equipo de enfermería, desde pediatría, desde el equipo de trabajo social o desde la consulta de psicología. Busca a ese sanitario o sanitaria con el que sientes un vínculo sintónico, donde te sientes acogida.

Quisiéramos abrir una ventanita en esa muralla, por la que pueda colarse la luz, un halo de esperanza y calma, comenzar juntas a vislumbrar un camino hasta ahora impensable.

“Amurallarel propiosufrimientoesarriesgarteaquetedevoredesdeelinterior”(Frida Kahlo)

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí