Por Noemí Rodríguez Sequeira (Teror)
Me llamo Noemí, tengo 46 años y, aunque soy de Telde, también me considero de Teror, municipio en el que trabajo desde 1998.
Siempre tuve claro que mi vocación era la Educación Física y el Deporte. Por ello, estudié esta licenciatura y, a la hora de especializarme, opté por la Gestión Deportiva entre las tres opciones que había, que es la rama más relacionada con el mundo empresarial.
En la actualidad, soy administradora de dos empresas: LENAF y PRONODE. La primera empezó siendo una cooperativa de trabajo asociado, pero ya es una SL. Esta firma se dedica a ofrecer servicios integrales, siendo la gestión deportiva su principal baluarte.
LENAF comenzó su actividad en Teror en mayo de 1999, trabajando, principalmente, en la zona deportiva; primero alrededor de la piscina y, más tarde, también en el pabellón deportivo, las canchas de pádel… Nosotros aportábamos los recursos y acompañábamos al ayuntamiento en la idea de mejorar la oferta deportiva municipal.
En este sentido, hay dos datos bastantes reveladores, ya que tenemos unos 15.000 usuarios registrados, cuando Teror no llega a 13.000 habitantes. Y, por otro lado, tengo trabajando conmigo a monitores que fueron mis alumnos desde los cuatro años.
Todo ello significa que hemos sido partícipes del desarrollo deportivo, cultural y educativo de este municipio, porque cuando llegamos a él no contaba con esa cultura o valor de hacer deporte, de realizar esa actividad física relacionada con la salud.
Por tanto, no solo hemos satisfecho la demanda existente, sino que hemos generado más. No obstante, hemos sido pioneros en llevar a cabo un proyecto de entrenamiento físico, de nombre “ENFICOS”, dirigido a personas con sedentarismo y obesidad, que se desarrolla conjuntamente con el Ayuntamiento, el Centro de Salud y LENAF. De hecho, en los casi cuatro años que llevamos ejecutándolo, se han beneficiado de él un montón de personas que nos llegan derivadas del centro de salud, porque gran parte de su éxito reside en que los servicios están coordinados. Esta, sin duda, es una de las grandes cosas que hemos hecho, porque significa contribuir con la sociedad y con la gente más cercana, al tiempo que ha sido un proyecto muy valorado en el ámbito médico y de la gestión deportiva en Canarias.
Y es que los ámbitos que más me motivan son: la educación, el deporte y lo sanitario, es decir, aquellos en los que se puede aportar valor a la sociedad, porque, como leí hace poco en un libro de Juan Verde, un teldense que trabaja en Estados Unidos dirigiendo la campaña de los demócratas hacia los hispanos, hay que devolver a la sociedad lo que nos ha dado y, en mi caso, ha sido mucho.
Por ello, el balance que hago de este período de más de 20 años en Teror es súper positivo. Por supuesto, ha habido momentos duros, pero me he dado cuenta de que con voluntad y confianza siempre salen las cosas. Y aquí ha habido una excelente colaboración público-privada que, en determinados casos, puede servir de ejemplo para un montón de cosas, porque han salido muy buenos proyectos.
Lo cierto es que no me arrepiento de haber apostado por esta especialidad. De hecho, volvería a pasar todo lo que he pasado, que no ha sido poco, porque ha merecido la pena. Es verdad que he sacrificado muchísimas cosas, pero me compensa cuando llego al trabajo, que es de lunes a lunes, y disfruto. Me siento realizada profesionalmente y lo que más me llena es crear valor social, es decir, generar cosas positivas y alcanzar objetivos buenos para todo el mundo.
Por eso, me gustaría decirle, tanto a hombres como a mujeres, que deben perseguir su sueño hasta el final; que no se pongan muros y que lo intenten, que es lo que hay que hacer en la vida, sobre todo si tienes claro que puedes aportar. No todo es ganar dinero, también hay que poner en valor la realización personal y profesional.
Por último, me gustaría decir que, en cuanto a la gestión deportiva, no he notado ni he vivido discriminación alguna y menos por el hecho de ser mujer, pero a nadie se le escapa que, en lo que respecta al deporte profesional, sí la hay, porque no cobran lo mismo las jugadoras de un equipo que sus homólogos masculinos. Esto, sin duda, abre un amplio e interesante debate, en el que yo creo que el valor tiene que ver con lo que tú aportas por tus conocimientos y habilidades, independientemente de tu género, aunque también es verdad que cada sector tiene sus peculiaridades. Yo, mientras tanto, voy a seguir apostando por seguir aprendiendo y explorando nuevas oportunidades que vayan surgiendo en mi devenir profesional.