“LA POESÍA ES MI VÁLVULA DE ESCAPE, MI FORMA DE ALONGARME AL MUNDO”

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Por Juana Olivia Falcón Falcón (Firgas)

Me llamo Juana Olivia Falcón Falcón, pero soy conocida en las redes como Olivia Falcón. Durante mi parto, tuvieron que utilizar los fórceps para que decidiera salir a este mundo. A mis 55 años, sigo viviendo en La Villa de “la gente con corazón o el agüita con gas”. Profesión: lo que antiguamente se denominaba “sus labores”, empleo que reivindico orgullosamente, pues trabajo 24 horas los 365 días al año, sin remuneración y, por lo tanto, sin valor para muchos/as.

Mis primeros años estudiantiles los realicé en el Colegio Público Martín Cobos, para luego continuarlos en el Instituto Domingo Rivero de Arucas y, posteriormente, cursar mis estudios de Geografía e Historia en la ULPGC. 

Me casé al día siguiente de haber ido a recoger la orla de mi promoción, coincidiendo con la celebración de las Olimpiadas de Barcelona y el día en que USA celebra su Independencia. Enviudé un mes más tarde, justo una semana antes de cumplir mis 27. Esto representó un antes y un después en mi vida. Por esta razón, no concluí mi licenciatura de Gª e Hª (a falta de 4 asignaturas). Intenté, dos veces, volver a retomarla. La primera vez fue a los dos o tres años de que mi marido falleciera; conseguí aprobar alguna asignatura, pero me fue imposible continuar. Arrastraba una profunda depresión, de la cual empecé a remontar, tímidamente, cuando habían transcurrido diez años.  A la segunda vez, ya habían pasado más de veinte años y ya no era licenciatura, sino grado. Me daban ataques de ansiedad y abandoné definitivamente el intento.

Me aficioné a leer casi desde el minuto uno en que aprendí a hacerlo. Comics, revistas, fotonovelas, novelas de Marcial La Fuente Estefanía (gracias a mi tío Antonio), Corín Tellado y un largo etc. Hoy en día mis lecturas han cambiado bastante.  

Empecé a escribir lo que yo llamaba poemas en la adolescencia. Lo hacía de manera intermitente. La escritura volvió durante el noviazgo. Mi primer escrito fue una carta dirigida a mi marido ante la  necesidad de comunicarme, ya que verbalmente no fui capaz.

Esa necesidad se extendió después de su marcha. Comencé a escribir poesía, que no enseñaba a nadie. Sólo lo sabían dos personas: mi hermana y mi amiga del alma. Hasta que en el 2010 le perdí el miedo al ratón y al teclado. Me uní a las redes sociales a través del Facebook, donde colgaba mis cositas, animada por ellas.

Así fue como me puse en contacto con gente que también escribía, a la vez que compartíamos otras aficiones. El trampolín que me permitió encontrar mi lugar entre poetas, escritores/as, pintores/as, novelistas y un largo etc. Entre seres que me aportan su amistad y sabiduría fue Arte Creativo Islas Canarias, capitaneado por Ricardo González (Richy). Fue un movimiento del que me desligué muy pronto, pero, gracias a esa causalidad, conocí a mi gran amigo, maestro y mentor, Juan Francisco González Díaz y sus Talleres Literarios “Espejo de Paciencia y Dulce Mª Loynaz”, de los cuales fui integrante-fundadora durante diez años. 

Para mí, la poesía es mi válvula de escape, mi forma de alongarme al mundo. La expresión máxima de la palabra. Como dice mi amigo Juan Francisco: “utilizar las palabras para aquello que no fueron hechas”. Convertir en bello lo que no lo es: la denuncia, lo cotidiano, etc. Una catarsis, un exorcismo de lo que acontece o no. No en vano, decía Pessoa que el poeta es un fingidor. Ahora también hago mis pinitos con los relatos.

Suelo decir que la poesía me quiere, aunque yo le sea impúdicamente infiel. 

Es indispensable leer, leer y leer para saber y escribir. Aprender, aprehendiendo, con “H” intercalada.

Quisiera terminar esta remembranza con unos pequeños poemas que podrían servir de resumen o ejemplo a lo que cuento:

Alguien

tuvo el empeño

en proclamarse su dios.

Se volvió atea.

Han devuelto

hecho jirones

el uniforme.

En uno de ellos 

guardabas

el futuro

conmigo.

Que no

Al olvido se resiste

el clavel,

acorazado entre los helechos

y las rosas.

Intacto, 

Fresco.

Rojo,

Como el día de la boda.

Traspasa barreras.

Llueve hacia dentro.

En tierras yermas

se revela

y

florece.

Una mujer tras el cristal.

Por último, de momento, estas son algunas de las aportaciones que he hecho a este universo de la cultura, desde mi humilde parecer y saber.

Bibliografía:

Miembro-fundadora del Taller Literario “Espejo de Paciencia”. Durante varios años formó parte de la Junta Directiva del CCECEA- Centro Canario de Estudios Caribeños- El Atlántico-. Integrante de los grupos y Asociaciones: “Palabra de Mujer”, Club de los retos de Dácil, Palabra y Verso, NACE y ACTE. Participación, colaboración e incluso organización de eventos en: I, II, III, IV, V, VI, VII y VIII Festivales Atlánticos de Poesía de “Canarias al Mundo”. En Los MPI, (Movimiento Internacional de Mujeres Poetas, “Grito de Mujer”. Así como participaciones en numerosos eventos y actividades culturales en Las Palmas de Gran Canaria, Etc. 

Poemas suyos aparecen en el cuaderno “2do Grito de mujer” Editorial AC/DC y CCECEA (2012). En los libros  “Hotel Madrid. Poemas” (2013), “Una Isla dentro” (2014), “Selección de Poesía Erótica Canarias” (2014), “Por estas calles” (2016) y “Versos del Varadero” (2018) del sello editorial “Cuadernos La Gueldera”.   Un poemario en solitario, “La culpa es de las palabras, (2017), editorial Cuadernos La Gueldera. “Mujeres 88, Antología poetas canarias” (2017), edición AOC. “Antología de 100 escritoras canarias” (2020), edición Mercurio. V Festival Luis Natera, Telde (2020).

Colabora, con sus poemas, en La Revista Poética Azahar, (Digital), en el Blog de Palabra y Verso. Alguna intervención en “Literatura a ratos” de Infonorte Digital. Escribe en su perfil de Facebook “Olivia Falcón” y su blog “Mis Palabras alzan el vuelo”,mispalabrasalzanelvueloblogspot.com

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