Por Leticia Robaina
Soy, tengo 51 años, una hija maravillosa de 22 años, dos gatos que me tienen enamorada y dos proyectos personales que me apasionan: Coaching de Imagen y Autocuidado consciente y sostenible, los cuales comencé con 48 años.
Empiezo por mi presente porque creo que somos lo que hacemos, mostramos, sentimos, vivimos… AHORA. No hay otro momento mejor y más perfecto.
Y dirán: ¿por qué con 48 años? ¿qué hizo antes? Para contestar esto tengo que explicar dos momentos de mi vida.
El primero fue durante mi infancia. Desde mi niñez siempre fui muy comunicativa y con gran facilidad para conectar con las personas, ese era mi don. ¡Y yo ni lo sabía! No lo vi, me lo boicotearon. Eso no era útil, ¿para qué servía? Fui una niña frecuentemente castigada y penada por hablar y por dar mi opinión. Ironía de la vida… todos mis trabajos de una u otra forma siempre han estado ligados a comunicar, hablar, escuchar, dar mi opinión y sobre todo conectar con personas; pero hasta los 48 años no lo he hecho en el lugar ni ambiente correcto, por eso he cambiado tanto de trabajos y todas han sido tan diferentes; pensaban que no sabía lo que quería o es que no se me daba nada bien. Lo que no veían y yo tampoco vi hasta hace poco era el vínculo: la comunicación, la escucha y la conexión.
El otro momento fue mi adolescencia. Descubrí la moda, la imagen, mi estilo, mi estética. Esto me llevo a tener un estilo muy claro, atrevido y cuidado. Mi imagen fue evolucionando y pasando por diferentes etapas y cada vez iba siendo, más depurada, más atrevida, pero también sentía que me esclavizaba en algunos momentos y en otros me abandonaba. Si, eso que me apasionaba y me potenciaba también me limitó, este ha sido mi gran aprendizaje en la vida. Lo averigüé gracias a que junto a la imagen y la estética siempre he tenido afán por saber más acerca de mi, de crecer interiormente.
Todo esto y tener que reinventarme tras una separación a los 46 años donde me di cuenta que me había perdido, y que había olvidado a la verdadera yo hizo que comenzara un proceso de desconstruir lo que no me hacía ser yo mismo y así construir a mi yo actual, paso a paso y día a día viviendo en presencia.
Descubrí que La imagen no es que me pongo, tiene que ver con la percepción y sensación ; y lo más importante, tiene que ver con el diálogo interno, con la esencia, con el “quien soy” y la forma de manifestarte ante el mundo. Así que después de vivirlo yo me vi creando mi proyecto que se llama como yo en el que mi objetivo es transformar la imagen desde el autoconocimiento.
Mi deseo es que puedas estar conectada con tu ser interior y tener una estética perfecta; coherente con tu imagen interna y con tu imagen real. Que mostremos el estilo desde nuestra esencia.
Mi objetivo es que se mantengan los cambios de imagen a largo plazo. Pues no solo se ha trabajado con el tejado, con lo de fuera, con lo intrascendente; sino que le hemos dado el lugar que tiene al crecimiento personal y a la conexión con tu ser, ahí la cosa cambia y se multiplican los efectos del cambio a largo plazo.
Así que verás que mi otra pasión va ligada a la imagen, ya que creo que en la vida debemos cuidarnos sin dañarnos y sin dañar nuestro único hogar, el Planeta Tierra.
En mis dos pasiones abogo por el “menos es más”, decide desde la consciencia, el sentir y el respeto hacia ti, los demás y el entorno. Cuida tu interior y tu exterior lo mostrará. Vive según tus valores, escúchate, siéntete, respétate y ámate.
En definitiva, todos estos vaivenes, estos reveses de la vida me han hecho ser la mujer de hoy en día y tomar la decisión de coger yo las riendas para ser la “Piloto de mi vida” gracias a mis emprendimientos y mostrar al mundo, como siempre digo, que “La belleza exterior atrae, pero la belleza interior cautiva”
Tengo el placer de conocerte desde hace poco y poder disfrutar de muchos momentos contigo y la verdad que siempre te lo he dicho, desprendes luz. que bonito leerte