Por Carolina Delgado (Arucas)
Nací en Las Palmas de Gran Canaria hace 47 años, criada entre la capital, el barrio Del Pino en Teror, La Montañeta y El Puertillo en Arucas, y Los Dos Roques en Gáldar. Bisnieta y tataranieta de 2 personajes idiosincrásicos de Arucas de principios del siglo XX, conocidas y muy apreciadas, como: Olegarita la del “pescao” y Zaragoza la del “pescao”. Está claro que ya mis antepasadas eran mujeres negociantas y emprendedoras.
Soy muy polifacética y quizás, ser la única chica de 4 hermanos, y mi madre la única de 5, unido al hecho de criarme entre tantos hombres, haya potenciado esta característica personal. Lo cierto es que mi bagaje, profesional y personal, es bastante amplio y variado; desde militar, trabajo que compaginaba con camarera; asesora comercial de empresas de sectores diversos como: peluquería, automoción o ferretería y construcción; gerente y relaciones públicas de un restaurante de cocina marroquí, etc.
He realizado varios deportes, por lo que siempre he sido clienta asidua de masajes y todo tipo de terapias corporales. ¡Adoro que me den masajes!
Siempre fui muy filósofa y, todo ello, me llevó a un camino de crecimiento personal, con el que no terminaba de comprometerme, hasta que, en el año 2004, por fin me sumergí de lleno en ello y fue un no parar de trabajo personal, cursos y aprendizajes orientados a las terapias alternativas, llegando este camino a ser mi pasión. Durante muchos años fue un hobby remunerado, del que disfrutaba algunas tardes después de salir de trabajar.
Desde los 25 años quise ser madre. Y ser maestra es una de mis profesiones frustradas, porque me encantan l@s niñ@s; adoro estar con ell@s y, cuando en 2011, por fin me decidí a ser mamá, me formé como monitora de Lactancia Materna, cuidados en el embarazo y el posparto, cursos de psicomotricidad infantil, pedagogías respetuosas…
Todas estas vivencias, unidas al deporte que practiqué toda mi vida hasta lesionarme en la Transgrancanaria de 2016, y a que las mujeres de este país, cuando llegamos a los 37, empezamos a ser unas apestadas a nivel laboral ( y si tienes 42, peor aún), al tiempo que enviaba currículums y no me llamaban ni para las entrevistas, decidí apostar por mí y dejar de ser la comercial de nadie para ser la mía propia, ya que la gente después de tantos años, seguía llamándome para masajes y otras terapias. Y entonces, enfoqué mi energía en mí, en lo que la gente dice que hago bien y les hace bien a ell@s, convirtiéndome en auto-empleada.
Hoy en día, agradezco a tod@s l@s empresari@s que me despreciaron por mi edad o lo que fuera, porque, por ello, tengo un trabajo en el que soy muy feliz haciendo felices o ayudando a otras personas. Cada vez que mando un mensaje de seguimiento a l@s clientes y me cuentan lo bien que les ha ido la sesión conmigo o cada vez que una madre que no recuerdo me para por la calle para saludarme y agradecerme que la ayudara a ella y a su bebé a instaurar la lactancia cuando estaba llena de grietas y le dolía hasta el alma… Eso nunca me lo dio ningún trabajo. ¡Es tan hermoso y son tan hermosas las personas que llegan a mí! Que solo puedo decir: GRACIAS con mayúsculas.
Actualmente, vivo en Arucas y trabajo en mi consulta en Visvique, lo cual me permite conciliar mejor con mi hijo de 7 años, ya que, prácticamente, soy madre soltera. Voy a domicilio y colaboro con El Centro Maternal Nona, donde, además de dar masajes, ya que estoy especializada en embarazo y posparto, hago un voluntariado ayudando a las madres con sus lactancias todas las semanas, labor por la que no cobramos ni el centro ni yo.
¿Qué me gustaría transmitirle a quien me lea? Pues primero, darle las gracias por leerme hasta aquí. Y, por otro lado: Que te des masajes, que no es un lujo, es una necesidad y una forma de prevenir. Still, el padre de la osteopatía, decía que, allá donde no llega la sangre, anida la enfermedad. Con el masaje estimulamos la circulación sanguínea, mantenemos jóvenes los tejidos y prevenimos enfermedades. Además, eliminamos toxinas y generamos endorfinas, las cuales nos hacen sentirnos mucho mejor física y emocionalmente.
¿Qué terapia te recomendaría que te hagas conmigo? Pues mi terapia estrella. Precisamente, en mi filosofía de vida y trabajo, veo el cuerpo como un todo y, cualquier profesional de este campo, sabe que, cuando una persona tiene una lesión o molestia, esta le lleva a adoptar posturas antiálgicas, es decir, movilizamos el cuerpo de alguna manera para evitar el dolor, generando así, sobrecarga en otras partes del cuerpo que están sanas. Por otro lado, somos un conjunto de fascias y músculos que están todos conectados. Por ello, yo le dedico 2 horas de trabajo a todo el cuerpo, desde la planta de los pies, piernas por ambos lados, glúteos, lumbares, espalda, cervical, cuero cabelludo, pectoral alto, cuello y finalizo con masaje facial. Este, para mí, es un trabajo en condiciones y que hay que hacerse como mínimo una vez al mes, para mantener jóvenes nuestros tejidos y prevenir patologías. Los resultados: casi siempre muy positivos.
Para finalizar, solo quiero dar las gracias a todas esas personas que han confiado y siguen confiando en mi trabajo, que me ayudan a seguir creciendo como persona y profesionalmente. De todo corazón, GRACIAS por estar ahí.