“NUESTRA GRANDEZA NACE CUANDO NOS ATREVEMOS A PARAR, RESPIRAR Y MIRARNOS DE FRENTE”

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Por Alba Nadales (Arucas)

Soy Alba Nadales, cobijadora de vida, madre de dos churumbeles emprendedores, casi esposa de un artista, youtubera,escritora y vividora, pero antes de adentrarme un poco más en quién soy y en explicar el motivo de definirme así, debo contarles quien creía ser.

Hasta hace muy poco era quien los demás esperaban que fuese. Hasta antes de ser madre vivía anestesiada, cualquier trabajo me servía mientras me ganase un sueldito; empecé dos carreras universitarias que no terminé, hice un ciclo formativo que no me gustaba, pero por tener algo que me respaldase a la hora de buscar un trabajo, que, por cierto, seis meses me duró… ¡Qué aburrimiento!

Era la típica niña buena, muy madura para su edad, demasiado conformista para mi gusto, pero muy llevadera y adaptable a cualquier situación. Pero en realidad era una niña altamente sensible que reprimía toda esa sensibilidad y la escondía bajo una máscara de obediente porque sentía que ser tan sensible era un signo de debilidad.

Hice todo lo que se supone que tenía que hacer, todos los pasos que marca la sociedad, crecer, estudiar, buscar un trabajo, comprar una casa, bueno a punto estuve de comprarla  pero  monté un negocio y tuve que esperar y dar un paso atrás en la compra… ¡cuánto me alegro!!! porque con una hipoteca seguramente seguiría en un trabajo que no me gustaba y que me generaba bastante ansiedad.

Se supone que lo siguiente era conseguir pareja y tener hijos, y eso sí que lo quería de verdad, era mi sueño, lo que había venido a hacer a este mundo, mi verdadera misión: formar una familia.

No fue hasta que me convertí en madre que me di cuenta de que estaba caminando un camino que no era el mío, bueno, más bien fueron mis hijos los que me hicieron ver el mundo a través de sus ojos y despertar de ese letargo en el que estaba sumida sin ser consciente.

La maternidad encendió una chispa en mí, después de un puerperio demasiado largo y doloroso pero a la vez potente, liberador y sanador (suelo decir que morí para renacer más yo que nunca), me formé como acompañante maternal para que ninguna mujer ni familia viviera esa etapa en soledad. 

Trabajar con mujeres en una época tan potente de sus vidas también ha supuesto un crecimiento personal para mí, aprender a no juzgar, a sostener sin que mi forma de pensar interfiera en lo que ellas deseaban en su maternidad, me hizo abrir los ojos.

Otra de las cosas que hacía eran Círculos de Mujeres, un espacio para compartir, para conectar con todo nuestro poder y sabiduría, donde nos podíamos quitar la capa de súper woman y sentirnos libres de ser quienes éramos realmente.

Esto me llevó a conocer a mi otra puerperri y llevar a cabo el proyecto de Marujas Puerperras, un canal de youtube donde hablamos sobre maternidad, desde el instinto, la evidencia científica, pero con mucho humor y cachondeo.

Hasta hace poco tenía un blog donde escribía sobre todo lo relacionado con el embarazo, puerperio y lactancia, también he colaborado en varios blogs escribiendo artículos. Lo que supuso que conectara con otra de mis grandes pasiones: escribir. 

Estando en el instituto nos propusieron hacer una redacción sobre una excursión que hicimos a la cumbre, no era obligatoria, nadie la hizo, excepto yo, pero porque tenía que estudiar para un examen y no me apetecía. Fue un éxito, la verdad es que le di un toque de humor bastante curioso, tendría unos trece años, y pensé en ser escritora pero, claro, eso era una afición, primero tendría que estudiar algo con salida, por lo que conté antes de tener una casa y eso… lo que viene siendo olvidar tu pasión y centrarte en lo que se supone que hay que hacer…

Me hubiese encantado vivir en la época de los grandes filósofos y pensadores, por eso voy a seguir uniendo pasiones mediante la escritura. 

Actualmente estoy escribiendo un libro, Mesua la Pipa, donde cuento la historia de Paulo y Jimena, que tienen bastante de mi historia personal, también es una invitación a pensar, a filosofar sobre la vida, donde incito a los lectores a encontrarse con ellos mismos mediante preguntas y reflexiones, con un poco de esa enajenación que hace falta para pensar diferente y ser un espíritu libre, pero sobre todo para reirse mucho, tiene un toque de humor negro rozando lo sarcástico, para bien o para mal, Mesua la Pipa dará que hablar.

A punto de cumplir los cuarenta puedo decir que tengo muchas pasiones en mi vida y que me quedan otras cuantas por descubrir, que tal vez me siga perdiendo como en el puerperio, pero….¿quién no se ha perdido alguna vez?.

Nuestra grandeza nace cuando nos atrevemos a parar, respirar y mirarnos de frente, para saber quienes somos, a dónde queremos ir y si estamos eligiendo la vida que queremos vivir.