“LLEGA EL COVID Y ‘ADA GONZÁLEZ INMOBILIARIA’, IGUAL QUE EL RESTO DEL MUNDO, SUFRE UN PARÓN BRUTAL”

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Por Ada González Martín (Arucas)

Mi nombre es Ada y tengo 47 años. Crecí en La Isleta, ese barrio del que nunca te olvidas y por el que siempre sientes la necesidad de volver, algo que hago cada fin de semana. Crecí bajo la maravillosa influencia de mis abuelos; ejemplos de trabajo duro y hospitalidad. Hace 18 años que vivo en Cardones con mi marido y mis dos hijos: Gerardo, de 11 años, y Carmen, de 10.

En 2007 colaboro como voluntaria en Cáritas Diocesana de Canarias, porque quería aprovechar el verano antes de ir a la Universidad. A los pocos meses, me llaman desde esta institución para ofrecerme un puesto de trabajo como administrativo; once años después, me quedo embarazada de mi primer hijo y decido parar, y dedicarme exclusivamente a observar cómo crece mi barriga.

A los pocos meses de nacer mi hijo, no me encuentro del todo bien, siempre había un motivo: cansancio, estrés, que si le das mucha teta y un sin fin de diagnósticos. Enseguida me quedo embarazada de mi segunda hija. Y es que, siempre lo digo, estuve embarazada dos cumpleaños seguidos. El embarazo fue complicado, porque yo no estaba bien y la vida de mi niña estaba en riesgo. Todo el embarazo lo pasé con amenaza de aborto, debía guardar reposo y tenía un bebé que empezaba a gatear.

Llega el parto. Igual que su hermano, nace un poco antes de tiempo, pero finalmente todo salió bien. La niña tenía tres meses y me encontraba realmente mal, y comienza un duro peregrinar de médicos y tratamientos. En 2013, al no responder a los tratamientos convencionales, deciden aplicarme otro más agresivo, el cual me provoca una parálisis con todas las consecuencias que conlleva. Necesité muchos meses para recuperarme.

En verano del 2014, la economía en casa era insostenible: el sueldo de mi marido daba para lo justo y no llegábamos a fin de mes. Atrasos con la hipoteca, la factura de la luz, etc. Desesperada buscaba trabajo, enviaba CV y nunca me llamaron para trabajar. En mi interior, sentía pánico por incorporarme de nuevo al mundo laboral, ya que llevaba años fuera del mercado y estaba aún convaleciente de mi enfermedad, al tiempo que tenía dos niños pequeños.

Para ganar seguridad en mí misma, decidí comenzar otra carrera universitaria y así reciclarme.

Buscando en la red, encuentro una franquicia inmobiliaria online, que ofrecía soporte informático, una web y algo de formación. No me lo pensé dos veces: lo primero era conseguir el dinero para pagar el alta de la franquicia y así cumplir con los requisitos para poder empezar como agente inmobiliario online. Cuando le planteé a mi abuela el proyecto, casi sin dejarme hablar, me dijo: “Si sale bien, me devuelves el dinero; si sale mal, es un regalo”.

Los comienzos fueron muy duros al no tener contactos, porque llevaba mucho tiempo entre pañales y médicos. Por no tener, no tenía ni una ropa adecuada para ir a visitar las viviendas. Trabajaba miles de horas de lunes a domingo y no sólo devolví el dinero a mi abuela, sino que saneé toda la economía de mi casa; se pagaron todas las deudas, la hipoteca se quedó al día y comenzábamos a disfrutar y permitirnos algunos lujos.

Siempre he tenido claro que la publicidad genera visibilidad y es importante para cualquier negocio. Durante dos años, tengo el privilegio de compartir un espacio semanal en PCL RADIO, de la mano de Carolina Uche. Se convirtió en una plataforma directa al público, donde cada semana trataba temas inmobiliarios diferentes y siempre de actualidad. Llevé a muchos de mis clientes como invitados, hicimos debates con otros compañeros del sector, etc…

Para celebrar los tres años como empresaria, fui portada en la revista DE REOJO. Sin duda alguna, fue el número más visto y leído hasta el momento. Es justo cuando decido crear mi propia marca: “Ada González Inmobiliaria”, mi web www.adagonzalez.es  y potenciar mi propia imagen corporativa.

Con mucho esfuerzo y constancia, he logrado fidelizar a mis clientes, sigo trabajando con los mismos del primer día y con los nuevos que van llegando. Trabajo tanto la venta como el alquiler, hacemos superreportajes de fotos y vídeos, damos a las propiedades la categoría que necesitan para encontrar al mejor inquilino y reducir el tiempo de venta. Estamos presentes en los portales inmobiliarios más importantes, tanto a nivel nacional como internacional. Nuestras redes sociales siempre en movimiento y actualizándose para hacer llegar nuestras propiedades al mayor número de personas.

Llega el COVID y “Ada González Inmobiliaria”, igual que el resto del mundo, sufre un parón brutal. No me conformo con lo que estoy viviendo y continuo en la búsqueda de la excelencia y cómo destacar frente al resto, prestando un servicio de calidad, siempre acompañado de la máxima difusión. La oportunidad llega con el periódico digital “DIARIO DE GRAN CANARIA”, que es un regalo semanal donde cuento de manera amena situaciones que van pasando durante la semana y temas de interés general siempre relacionados con el sector inmobiliario.

Desconozco qué va a pasar mañana ni cómo tendré que afrontarlo, ya lo pensaré cuando llegue. Ahora sólo quiero ver crecer a mis hijos, seguir aprendiendo mucho de ellos, disfrutar de mis abuelos y de los largos almuerzos de los sábados en familia. Trabajar, crear y aprovechar mi tiempo todo lo posible.

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