Nuevamente como Directora de esta revista me dirijo a ustedes un año más, con un corazón que late entre la emoción y la responsabilidad. Nos acercamos al 25 de noviembre, un día que no es una fecha en el calendario, sino un recordario colectivo, un grito silencioso que pide ser escuchado.
Este año, para nuestra edición especial, quiero hacerles una petición tan íntima como poderosa: busco a mujeres que hayan atravesado la oscuridad de la violencia de género y estén dispuestas a compartir su historia.
Sé la enormidad de lo que pido. Sé que cada relato guarda en sus pliegues momentos de dolor y de miedo. Pero también sé, porque lo he visto en tantas de ustedes, el poder sanador que tiene el acto de escribir.
Escribir no es solo recordar. Es ordenar el caos, darle un nombre a la herida y, por fin, quitarle poder. Es tomar el control de la narrativa de tu propia vida y decir: “Esto me pasó, pero ya no me define”. Es un acto de valentía donde la pluma se convierte en un faro que ilumina el camino de regreso a una misma.
Al compartir tu historia, no solo liberas tu propia carga; extiendes un hilo de luz hacia otra mujer que hoy está donde tú estuviste ayer. Le dices, sin pronunciar su nombre: “No estás sola. Yo también estuve ahí. Y mira, aquí estoy ahora”. En esa conexión, en esa sororidad, reside una fuerza transformadora.
Por eso, desde la confianza y el respeto más absoluto, las invito a dar este paso con nosotras. En MasNosotras.com, su voz será acogida, honrada y protegida. Pueden hacerlo en el anonimato más estricto o con su nombre en alto, como un acto de reafirmación.
Porque su historia no es solo suya. Es nuestra historia colectiva. Y juntas, contando la verdad, somos imparablemente más fuertes.
Con todo mi agradecimiento y respeto,
Gema Diaz
Directora de MasNosotras.com

